jueves, 22 de julio de 2010

Una crítica de la evidencia dada por Luc Montagnier a la hipótesis sobre el VIH-SIDA


En 1983 Montagnier y sus colegas afirmaron haber descubierto un nuevo retrovirus conocido actualmente como el Virus de Inmunodeficiencia Humana o VIH.

En 1984 el VIH se aceptó casi universalmente como la causa del SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida). Sin embargo, 20 después el VIH no puede dar cuenta de los fenómenos para los que se propuso la hipótesis de un retrovirus, a saber: el sarcoma de Kaposi, la disminución de los linfocitos T4 y por lo tanto las infecciones oportunistas en pacientes con SIDA, que se supone es el resultado directo de esta disminución. Agentes distintos del VIH, a los que los pacientes de grupos de riesgo estan expuestos, causan disminución de células T4. Ninguna de las principales predicciones de la hipótesis del VIH-SIDA se ha cumplido. La seropositividad al VIH en los países desarrollados sigue siendo limitada a grupos de alto riesgo originales, sin vacuna existente contra el VIH y sin ningún modelo animal que se haya desarrollado con éxito.

En esta publicación, se realizo un análisis de las pruebas que en 1983 se aceptaron como prueba de la existencia del VIH. Los fenómenos que Montagnier y sus colegas consideran la prueba son la detección de actividad de la enzima transcriptasa reversa, la presencia de partículas similares a retrovirus en cultivos celulares, la reactividad inmunológica entra las proteínas del sobrenadante del cultivo, que en gradientes de densidad de sacarosa se observan en bandas a una densidad de 1.16 g/ml (densidad a la cual se deberían de encontrar los retrovirus purificados, pero no solo los virus pueden encontrarse ahí) y los anticuerpos (BRU) en el suero del paciente.

En otros retrovirus y en células normales se puede encontrar actividad de transcriptasa reversa, esta se puede llevar a cabo no solo por esta enzima si no por ADN polimerasas normales en las células. Partículas similares a los retrovirus son comunes en cultivos celulares no infectados con retrovirus, especialmente en las condiciones empleadas por Montagnier y colaboradores.

Debido a la reacción entre las proteínas del virus “purificado” y los anticuerpos en el suero del paciente, Montagnier concluyo que las proteínas eran del VIH y los anticuerpos los anticuerpos del VIH. Dado que los anticuerpos son poliespecificos, de tal reacción no es posible definir el origen de un solo reactivo y mucho menos de ambos. Incluso si estos fuera posible, debido a que el “virus purificado” de Montagnier no contiene partículas con la misma morfología típica de los retrovirus, las proteínas no pueden ser retrovirales. Se concluye que, estos fenómenos no son específicos para un retrovirus y por lo tanto no puede considerarse prueba de la existencia de un único retrovirus: VIH.

Link al artículo en Ingles:

http://www.theperthgroup.com/SCIPAPERS/MHMONT.pdf


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